Mendoza produce un gran porcentaje del vino argentino y cuenta con más de 150 bodegas abiertas al turismo con actividades como degustaciones, cosechas, almuerzos, muestras de arte, conciertos, cabalgatas y más. La ruta del vino en Mendoza es un viaje muy popular entre los turistas chilenos, al estar tan cerca de Santiago, por eso en este post les dejamos información importante para que puedan disfrutar del epicentro del enoturismo argentino.
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El enoturismo o turismo enológico consiste en conocer desde dentro el mundo del vino: bodegas, viñedos, elaboración, degustación.
A través del recorrido por las bodegas, la degustación del vino y el proceso de elaboración, se comprende la historia del lugar, la gastronomía y las costumbres, por lo que este tipo de turismo también se relaciona con el cultural y gastronómico en muchos puntos.
Además de degustar las variedades de vino de las bodegas, pueden acceder a guías especializados en enología para aprender sobre las propiedades, técnicas, sistemas de riego, poda y cosecha del mundo del vino, y la mayoría de tours ofrecen al final una degustación formal en donde se dan indicaciones para una correcta cata. Como plus, la mayoría de las bodegas cuentan con un restaurante donde se puede almorzar, ofreciendo menús de entre 5 y 8 platos de alta calidad.
En total, la ruta del vino en Mendoza atraviesa cinco regiones importantes:
En los alrededores de la capital mendocina, estos departamentos concentran el mayor número de bodegas y barricas donde se guarda el vino. En estas regiones se pueden hacer visitas guiadas para conocer la historia vitivinícola del lugar, y es donde se encuentran antiguas bodegas de finales del siglo XIX.
Algunas de las bodegas más grandes y conocidas de la zona son Belasco Baquedano, que ofrece almuerzos en su planta más alta en el Restaurante Navarra con vistas increíbles a la Cordillera de los Andes, Susana Balbo, que en su restaurante Osadía de Crear también ofrece la posibilidad de disfrutar de una cocina de productos argentinos de estación acompañada de espectaculares vinos de la bodega, Etchart, Tapiz, entre otras.
La región más conocida de Mendoza tanto a nivel nacional como internacional, en relación al vino, es Valle de Uco, ubicada a una hora de la ciudad. Por sus atributos naturales, el suelo, el clima, las vides y la topografía, Valle de Uco es sinónimo de vinos argentinos de la más alta calidad y da origen a muchos de los mejores vinos de Argentina.
Es visitado por miles de turistas de todas partes del mundo en todo momento del año. Dentro del Valle, en la región de Gualtallary, debido a la altura de sus viñedos y las bajas temperaturas, se ofrece un vino realmente atractivo.
En este tramo de la ruta no se pueden perder bodegas como Zuccardi, Cuvelier los Andes, que ofrece experiencias personalizadas, eventos privados corporativos y personales, cabalgatas, entre otros, Altus, que además del recorrido por la bodega permite disfrutar de una excelente gastronomía en el restaurante La Tupiña, enmarcado en un hermoso paisaje, rodeado de viñedos y tranquilidad, Atamisque, con un restaurante que ofrece una fusión entre “lo gourmet y lo criollo” con variedad de recetas de trucha, siempre fresca del criadero de la finca, Monteviejo, Finca la Celia, entre otras.
Siguiendo la ruta, hacia el este del Valle de Uco, a 260 kilómetros de la ciudad de Mendoza, se encuentra la ciudad de San Rafael, que presenta bodegas y pequeños viñedos en las afueras. Se trata de vinos jóvenes y se pueden ver una gran cantidad de etiquetas de vino que no se encuentran en otros lugares.
Algunos de los lugares que no se pueden perder en San Rafael son Algodón Wine Estates, que ofrece en el Chez Gaston Restaurant platos de cocina gourmet auténtica argentina en el marco de un paisaje único con vista a los olivos, viñedos y propiedades, Alfredo Roca, Goyenechea, Iaccarini, entre otros.
Esta zona ofrece además increíbles paisajes de volcanes, fuentes termales y cañones, siendo uno de los mejores lugares de la provincia para realizar actividades de ecoturismo y turismo aventura.