Con iglesias góticas, fortalezas en las colinas y un casco antiguo sacado de un cuento de hadas, Praga es fácilmente la ciudad más encantadora y fotogénica de Europa Central. Apodada “la ciudad de las cien torres”, Praga es un laberinto interminable de belleza, historia y cultura, donde los imponentes edificios, las esculturas barrocas y el arte público luchan por llamar la atención. La mezcla de estilos arquitectónicos refleja la larga historia de la capital checa, con el Castillo de Praga del siglo IX, la Catedral de San Vito, el colorido Palacio Rococó de Kinský y la sorprendente Casa Danzante. El Puente de Carlos de 16 arcos, que une el casco histórico de Praga con el barrio montañoso de Malá Strana al otro lado del río Moldava, es uno de los lugares más famosos de la ciudad. Otro lugar popular es la Plaza de la Ciudad Vieja, donde las multitudes se reúnen debajo del reloj astronómico medieval para ver la procesión de los 12 Apóstoles.
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Los cálidos meses de verano son el momento más activo para visitarla, cuando la orilla del río Naplavka se llena de gente que observa a los cisnes en el río Moldava. El otoño también es un hermoso momento para visitar los numerosos parques de Praga, y los mercados navideños atraen multitudes en el invierno. El momento más barato para visitar es entre enero y marzo.
Ya sea en los edificios barrocos, el arte bohemio o la cerveza de clase mundial, hay muchas razones por las que la gente se siente atraída por Praga.
Hay 2 formas de transporte disponibles cuando se viaja desde el aeropuerto de Praga, oficialmente llamado Aeropuerto Václav Havel (PRG), hasta el centro de la ciudad: taxi y bus. Tomar un taxi en el aeropuerto de Praga es la opción más cómoda y rápida. El viaje a la ciudad cuesta aproximadamente 27 € (694 CZK) y dura unos 35 minutos.
La alternativa más barata es el bus. Sin embargo, no hay una ruta directa desde el aeropuerto hasta el centro. Los boletos cuestan solo 1.20 € (32 CZK) por persona y el viaje dura un poco menos de una hora. Luego, puedes conectar con el metro fácilmente.
Si llegas en tren o micro desde algún país cercano, las estaciones se encuentran en el centro mismo de la ciudad.
Un poco de caminata para empezar
Para disfrutar de algunos de los lugares más conocidos de Praga, lo mejor es pasar una tarde deambulando por las calles medievales del casco antiguo. Aunque casi inevitablemente se llena de turistas, Old Town Square es un lugar ideal para comenzar. La majestuosa Iglesia de Nuestra Señora de Tyn, conocida por sus agujas gemelas góticas, se alza sobre la plaza; al entrar puedes admirar su impresionante interior barroco. También en la plaza se encuentra el Orloj de Praga, el reloj astronómico más antiguo aún en funcionamiento, que data de 1410. Desde aquí, las calles estrechas y empedradas te conducen hasta el famoso Puente de Carlos.
Ir a una función de teatro negro
Como el hogar del teatro de luz negra, Praga es el mejor lugar para disfrutar de una de estas impresionantes actuaciones; El teatro de luz negra combina trajes brillantes y luces UV, creando una espectacular ilusión óptica. Las actuaciones cuentan historias usando solo movimiento y música, por lo que no hay necesidad de preocuparse por la traducción. Clásicos como Alicia en el país de las maravillas o Don Quijote se vuelven a contar con este estilo único en el teatro Ta Fantastika, mientras que en Divadlo Metro se comparten algunos de sus secretos en talleres interactivos después de sus actuaciones.
Mirar la ciudad desde las alturas
Para obtener las mejores vistas de los famosos monumentos de Praga, hay varias opciones para ubicarse en lo más alto. El castillo de Praga, la colina Petřín y el complejo Vyšehrad ofrecen impresionantes vistas panorámicas de la ciudad. Los fotógrafos obtendrán excelentes fotografías del casco antiguo desde el área del Castillo de Praga y el Parque Letná, mientras que la colina Petřín y Vyšehrad ofrecen impresionantes paisajes urbanos y vistas del castillo.
También, puedes subir a la torre del reloj astronómico, para ver el centro desde arriba.
Disfrutar una cerveza checa
República Checa es conocida por su cerveza, y Praga ofrece amplias oportunidades para probar una pinta de pilsner local. Durante los meses de verano, los jardines de cerveza en el parque Letná y Vyšehrad son excelentes lugares para disfrutar al aire libre de unas pintas.
La ciudad incluso tiene varios spas de cerveza donde los visitantes pueden tomar una pinta mientras se sumergen en un baño de lúpulo y levadura de cerveza. La famosa cerveza Staropramen se elabora en el barrio Smíchov de Praga, donde uno tiene la oportunidad de recorrer la cervecería y aprender más sobre lo que hace que la cerveza checa sea especial.
Relajate en al río
Dar un paseo por el río Moldava es una de las actividades favoritas entre los visitantes y los residentes de Praga. La orilla del río ofrece impresionantes vistas de algunos de los lugares más famosos de la ciudad, como el Puente de Carlos y el Castillo de Praga, y un fácil acceso a los mejores restaurantes y bares como el pub gastronómico del Museo de la Cerveza de Praga y el bar Hemingway. Para una verdadera experiencia, es bueno visitar el terraplén de Náplavka cerca del puente Palacký para tomar una copa junto al agua en un día de calor. Para aquellos que desean pasar tiempo en el agua, hay muchos cruceros en barco que suben y bajan por el río y botes a pedal disponibles para alquilar.
Descubrir la historia judía de Praga
Con una historia que se remonta al siglo X, el barrio judío de Praga (Josefov) es uno de los lugares más fascinantes para explorar en una visita a la capital checa. Josefov es el hogar de seis sinagogas y supo ser un gueto amurallado, junto con el lugar de nacimiento de Franz Kafka y la mejor cocina judía en Praga. Para deleitarse con el auténtico sabor de la comida judía, recomendamos visitar en el restaurante kosher más antiguo de la República Checa: El Rey Salomón.
Reservar uno de los muchos recorridos a pie que recorren el distrito para aprender sobre la leyenda del Golem de Praga es una gran opción: la historia de una figura de arcilla que un rabino dio vida en el siglo XVI. Además, se encuentra el Museo Judío con monumentos judíos históricos, incluidas varias sinagogas y el Antiguo Cementerio Judío.
Praga cuenta con una gran variedad de alojamientos, por lo que incluso las suites de los mejores hoteles pueden ser de tu interés. Se puede reservar en el elegante Palacio Pachtuv, en Malá Strana, por unos 2700 Kč (100 EUR) por noche. Igualmente, no resulta difícil encontrar buenos alojamientos desde hostels, hasta el President Hotel Praga.
Hradčany
El punto más alto de Praga, y con algunas de las principales atracciones. Cerca del Castillo de Praga, y del arte contemporáneo en Nový Svět.
Ciudad Nueva
El barrio se ubica al sudeste de Praga y tiene algunos de los mejores hoteles y lugares para comer. La plaza Wenceslao, la Casa Danzante y los jardines botánicos combinan muy bien con sus cafeterías top.
Malá Strana
El barrio central esta cerca de todo y tiene unas callecitas incomparables que nos trasladan varios siglos atrás. El palacio y los jardines de Wallenstein y la iglesia de San Nicolás son otros de sus atractivos, junto a la casa de Franz Kafka. Entre sus buenos hoteles, figuran el Jardín Kampa y el U Páva.
Transporte público
La mejor y más económica forma de moverse por Praga es utilizar sus extensos sistemas de metro, autobús y tranvía. Los billetes se venden en máquinas expendedoras y tiendas locales. Un billete válido para viajar media hora en los tres cuesta 24 Kč.
Taxi
Hay docenas de compañías de taxis que operan en Praga, pero algunos taxistas incrementan sus tarifas a los turistas extranjeros por encima de los 28 Kč por cada 1,6 kilómetros recorridos que establece la legalidad.
Si quieres comer lo típico de Praga, ten en cuenta que (además de la cerveza) su alimentación está basada en platos de carne, sobre todo cerdo como goulash o albóndigas, y de sopas para combatir el frío inverno. Se encuentra repleto de lugares para comer y tomar algo, y en los puestos callejeros puedes conseguir una típica salchicha checa y vino caliente por 0,45 Kč. Se encuentran muchos cafés y restaurantes de precio bajo en los alrededores de Wenceslao y la plaza Carlos, donde probar cualquiera de estos platos. Una cena para dos en un restaurante normal, puede costar desde 500 Kč.
Como cualquier capital de Europa, la vida nocturna tiene ofertas toda la semana. Igualmente, los mejores lugares de Praga suelen abrir de jueves a domingo. La mayoría de estos se concentran en el centro de la ciudad, en la zona Vieja y la Ciudad Nueva. Por el Puente Carlos, la Plaza Wenceslao o la Plaza Vieja. Los lugares más recomendados son Karlovy Lazne, Duplex y Roxy, mientras que para bares, la oferta es casi infinita en cuanto a variedad.