Playa Amarilla es una de las playas más conocidas de la Región de Valparaíso. Ubicada en Concón, destaca por su arena clara y su oleaje suave. En esta nota te contamos todo lo que necesitas saber si estás pensando en visitarla.
Si necesitas transporte para llegar a la costa, puedes arrendar un auto desde tu ciudad o buscar pasajes en bus.
Playa Amarilla se encuentra en el sector costero de Concón, al norte de Viña del Mar. Desde Santiago, el trayecto en auto toma aproximadamente dos horas por la Ruta 68. Hay estacionamientos cercanos, pero en temporada alta el flujo de personas aumenta considerablemente, por lo que puede ser más difícil encontrar un lugar.
Si vienes desde Viña del Mar, también puedes llegar en micro, por ejemplo, tomando la línea 602.
A diferencia de otras playas del sector, como Reñaca, Playa Amarilla tiene un ambiente más pausado y menos bullicioso. Al llegar, te encontrarás con una playa de arena clara y suave y un mar tranquilo, ideal para nadar o simplemente refrescarse sin preocuparse demasiado por las olas. Es muy visitada por familias, especialmente en verano, por lo que en enero y febrero puede llenarse bastante.
Ten en cuenta que no hay muchas sombras naturales, por lo que llevar un quitasol es casi obligatorio. No olvides tu bloqueador solar, una toalla grande para descansar, y algo para comer si prefieres hacer un picnic.
Otro punto a considerar es que no hay muchos baños públicos, así que planifica con eso en mente si vas con niños o estarás varias horas.
Playa Amarilla es tranquila y acogedora, ideal para disfrutar de un día de descanso frente al mar. Si quieres complementar el panorama con otras actividades, hay varias opciones interesantes en la zona.
Puedes visitar las Rocas de Concón, subir a las icónicas Dunas de Concón o incluso aventurarte a practicar surf en Playa La Boca.
Si te da hambre, cerca de la playa hay excelentes opciones gastronómicas. Entre los clásicos están Donde Marín, La Gatita y La Picá de Juan Segura, todos conocidos por su buena oferta de mariscos y platos locales.
Si te entusiasma la idea de explorar más, puedes buscar hospedaje en Concón y aprovechar de conocer la zona con más calma.
El verano es, naturalmente, la temporada más popular para visitar Playa Amarilla. Es perfecta para bañarse, tomar sol y pasar el día al aire libre. Enero y febrero son los meses más concurridos.
Sin embargo, visitarla en otras épocas también tiene su encanto. En primavera y otoño hay menos gente y un poco más de viento, lo que le da una atmósfera distinta al lugar. Incluso en invierno puede ser un buen paseo si te interesa caminar por la orilla y tomar fotos.
Una pregunta que puede no parecer importante, pero que muchos se hacen: ¿por qué se llama Playa Amarilla?
El nombre proviene del color de su arena, que es más clara y dorada que en otras playas del litoral. Esta arena es de origen sedimentario, formada por fragmentos de rocas y minerales arrastrados por el viento y el agua desde cerros y ríos cercanos, especialmente desde el río Aconcagua, que desemboca muy cerca de la playa.
Con el tiempo, esta acumulación de sedimentos dio origen a una playa de arena suave y distintiva, que se destacó frente a otras de tonalidades más oscuras o con arena más gruesa. Ya en los años 50 y 60, cuando comenzó a desarrollarse el balneario, el nombre “Playa Amarilla” se usaba coloquialmente entre los locales, y finalmente terminó quedando de forma oficial.
Ahora sabes todo de Playa Amarilla, solo queda conocerla y disfrutar de un increíble día costero.