Viajar parece fácil hablando (aunque sea un básico) de inglés, pero ¡ojo!, a veces sobrestimamos a la gente local que, en muchos casos, no habla (o no quiere) hablarnos en otro idioma diferente al suyo. Por ejemplo, no sería raro que te costara encontrar gente en Francia predispuesta a hablarte en inglés.